CHNA COMPRA BASURA
El mercado mundial del plástico ha dado un vuelco de consecuencias aún imprevisibles. El pasado 1 de enero, China activó la prohibición de importar "basura extranjera", principalmente residuos plásticos que, en muchos casos, constituían el extremo final de la cadena del reciclaje en muchos países occidentales.
El mecanismo es el siguiente: usted deposita una botella en el contenedor adecuado, la empresa de gestión vende ese plástico a recicladores privados que lo transforman en píldoras y vuelven a reiniciar el ciclo, ya sea en España o en China, que venía adquiriendo un 50% de los residuos mundiales de plástico para convertirlos en resina con la que fabricar desde botellas a tuberías.En Europa o Estados Unidos, era la situación ideal, ya que permitía librarse de una enorme cantidad de material y recibir dinero a cambio. Para China también era beneficioso porque su demanda de plástico crecía año tras año. Pero todo tiene un final.
Muchos de los plásticos —por llegar sucios o mal clasificados— requerían de tratamiento extra y por lo tanto eran demasiado caros para el reciclaje, acababan sin embargo en un vertedero. Por ello, en 2013, el país asiático lanzó la operación Valla Verde para mejorar la calidad de la basura que importaba. La primera medida fue restringir la importación de plásticos de baja calidad.Ahora, desde este año, la restricción a la entrada de plásticos y otros residuos como papel o metal es total. Esto tiene dos consecuencias: primera, que todos esos plásticos que China ya no compra se están acumulando en vertederos del resto del mundo. Segunda, que la industria del reciclaje en Europa o Estados Unidos ha recibido un duro golpe al perder ese incentivo chino, mientras que los productores de plástico como materia prima son ahora quienes se frotan las manos.
No es la única medida que Pekín está tomando en este sentido. En el último año, el país se ha posicionado como un nuevo líder mundial en desarrollo verde, impulsando, por ejemplo, el mercado de emisiones más grande del mundo: 3.500 megatoneladas de CO2 frente a las 1.900 del mercado europeo, hasta ahora el mayor.
"China solamente está empezando", decía ayer en Madrid el economista William Nordhaus, galardonado con el premio Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático por la Fundación BBVA. "Pero ya ha demostrado que puede hacer las cosas tan bien como otros países desarrollados y además mucho más rápido, debido al tamaño de su economía y la falta de trabas habituales en países democráticos".
Noticias , Proyectos y Curiosidades
lunes, 19 de febrero de 2018
Economia circular
La economía circular (en inglés Circular economy, CE) es una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes, cerrando los «bucles» o flujos económicos y ecológicos de los recursos.1 El análisis de los flujos físicos de recursos proviene de la escuela de pensamiento de la ecología industrial2 en la cual los flujos materiales son de dos tipos, nutrientes biológicos, diseñados para reintroducirse en la biosfera sin incidentes, y nutrientes técnicos, los cuales están diseñados para circular con alta calidad en el sistema de producción pero no vuelven a la biosfera.
La economía circular (en inglés Circular economy, CE) es una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes, cerrando los «bucles» o flujos económicos y ecológicos de los recursos.1 El análisis de los flujos físicos de recursos proviene de la escuela de pensamiento de la ecología industrial2 en la cual los flujos materiales son de dos tipos, nutrientes biológicos, diseñados para reintroducirse en la biosfera sin incidentes, y nutrientes técnicos, los cuales están diseñados para circular con alta calidad en el sistema de producción pero no vuelven a la biosfera.
Consumo de agua oculto
El consumo de agua en los hogares es muy poco representativo: tan sólo supone el 5% del gasto, frente al 80% de la agricultura y el 15% de la industria. Según el informe de la UNESCO elaborado en 2004, España es el tercer país con la huella hídrica más elevada por habitante y año. Con una media de 2.325 metros cúbicos al año, alrededor del 36% de esta huella hídrica se origina fuera de España, sólo por detrás de Estados Unidos con 2.483 m3, e Italia con 2.332. En términos absolutos, la huella hídrica total española es de 93,98 Kilómetros cúbicos/año, por encima de la media mundial fijada en 74,52.
España ha sido uno de los primeros países del mundo en introducir la huella hídrica como indicador en los planes de las cuencas hidrográficas. Y esto proporciona resultados llamativos. Así ocurre con la Cuenca del Guadalquivir, donde, como explica la investigadora Aldaya, el 82% de la huella hídrica corresponde a cultivos con una productividad muy baja de menos de 0,4 euros por m3 de agua. O con la del Guadiana, donde en el Alto Guadiana se emplean enormes cantidades de agua en cultivos de bajo valor económico, como los cereales, habiendo otros que aportan más con menos agua (como el viñedo o el olivar). O del entorno de Donaña, donde, como indican estos investigadores, la agricultura consume ya desde hace tiempo parte del agua que se calcula que necesita la naturaleza del espacio natural.
España importa muchísima agua en forma de cereales y piensos, fundamentalmente para alimentar al ganado, que la que exporta en forma de frutas y hortalizas. Sin este “comercio de agua virtual” , los españoles sólo podrían comer como máximo la mitad de carne que consumen actualmente.
España es extremadamente sensible a la sequía y a la falta de agua. Al inicio del verano algunas de las principales cuencas hidrográficas entran en números rojos, aumentando el riesgo de restricciones de suministro. Por esto, cada vez son más las personas que saben la importancia que tiene ahorrar agua en el ámbito personal, sobre todo en regiones donde existe un mayor grado de estrés hídrico.
jueves, 15 de febrero de 2018
RELACION ENTRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y LA POBREZA
El aumento en el precio de los alimentos, derivado del calentamiento global, podría contribuir a mayores niveles de pobreza entre los grupos urbanos.
El aumento en el precio de los alimentos, derivado del calentamiento global, podría contribuir a mayores niveles de pobreza entre los grupos urbanos.
El calentamiento globalya afecta los cultivos y zonas costeras, además de que pone en riesgo la seguridad alimentaria, hídrica y energética del mundo. Esto representa un riesgo de aumento en los niveles de pobreza, según el Banco Mundial (BM).
En su estudio Bajemos la temperatura de este año, la institución a cargo de Jim Yong Kim explicó que unos de los riesgos asociados al calentamiento global es la continua expansión urbana hacia zonas peligrosas, lo que implica que una creciente proporción de poblaciones urbanas estará en riesgo de sufrir fenómenos extremos relacionados con el clima.
La organización comentó que los impactos del calentamiento serán mayores entre los grupos socialmente excluidos, cuya capacidad para adaptarse a los fenómenos del cambio climático a corto o largo plazo es más limitada.
Mayores desplazamientos en el mundo y un aumento en la tasa de migración son dos fenómenos que se presentarán debido al calentamiento global, estimó el Banco Mundial.
En este mismo sentido, la organización dijo que la mayoría de los desplazamientos relacionados con fenómenos climáticos extremos, hasta ahora, han sido temporales.
Sin embargo, si el cambio climático convierte algunas zonas en no habitables, esa migración puede aumentar y conducir con más frecuencia a reasentamientos permanentes.
“La migración a gran escala puede plantear desafíos considerables para las relaciones familiares, la salud y la seguridad humana. Existe el riesgo de que grupos desfavorecidos queden atrapados en zonas rurales afectadas, ya que carecen de los fondos o las conexiones sociales para reubicarse”, explicó.
CLASIFICACION DE LOS PECES
El pescado blanco tiene un contenido en grasas que no supera el 2%, concentrándose en su hígado, siendo un pescado más ligero y de fácil digestión. Este tipo de pescado encuentra su alimento cerca y no necesita desplazarse demasiado y por ello no necesita acumular grasas para realizar largos viajes. Entre los aportes nutricionales del pescado blanco están el alto índice de proteínas, sales minerales y gelatina que nos aportan. Además todos ellos son ricos en vitamina B. Se clasifican como pescado blanco el bacalao, el cabracho, el lenguado, la merluza, el rape, el gallo o el rodaballo.
El pescado azul en cambio, es más graso teniendo entre un 5-10% de grasa. La razón de acumular un mayor índice de grasa es porque realiza grandes viajes. La mayor parte de su grasa la acumulan en los tejidos del cuerpo. A pesar de ser un pescado más graso y calórico es imprescindible en la alimentación, porque los ácidos grasos que contienen ayudan a mantener la salud del corazón. Destacan entre ellos el oleico, linoleico (imprescindible, ya que el organismo no puede sintetizarlo, por lo que debemos conseguirlo a través de la alimentación) y el omega-3. Son ejemplos de pescado azul el emperador, el atún, el salmón, el bonito, la caballa o la sardina entre otros.
El pescado blanco tiene un contenido en grasas que no supera el 2%, concentrándose en su hígado, siendo un pescado más ligero y de fácil digestión. Este tipo de pescado encuentra su alimento cerca y no necesita desplazarse demasiado y por ello no necesita acumular grasas para realizar largos viajes. Entre los aportes nutricionales del pescado blanco están el alto índice de proteínas, sales minerales y gelatina que nos aportan. Además todos ellos son ricos en vitamina B. Se clasifican como pescado blanco el bacalao, el cabracho, el lenguado, la merluza, el rape, el gallo o el rodaballo.
El pescado azul en cambio, es más graso teniendo entre un 5-10% de grasa. La razón de acumular un mayor índice de grasa es porque realiza grandes viajes. La mayor parte de su grasa la acumulan en los tejidos del cuerpo. A pesar de ser un pescado más graso y calórico es imprescindible en la alimentación, porque los ácidos grasos que contienen ayudan a mantener la salud del corazón. Destacan entre ellos el oleico, linoleico (imprescindible, ya que el organismo no puede sintetizarlo, por lo que debemos conseguirlo a través de la alimentación) y el omega-3. Son ejemplos de pescado azul el emperador, el atún, el salmón, el bonito, la caballa o la sardina entre otros.
REVOLUCION VERDE
Revolución verde es la denominación usada internacionalmente para describir el importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos entre 1960 y 1980en Estados Unidos y extendida después por numerosos países.1 Consistió en la siembra de variedades de trigo, maíz y arroz, principalmente, más resistentes a los climas extremos y a las plagas, capaces de alcanzar altos rendimientos por medio del uso de fertilizantes, plaguicidas y riego.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda de organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a realizar cruces selectivos de variedades de trigo, maíz y arroz en países en vías de desarrollo, hasta obtener las más productivas. La motivación de Borlaug fue la baja producción agrícola con los métodos tradicionales en contraste con las perspectivas optimistas de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y la desnutrición en los países subdesarrollados.2 La revolución afectó, en distintos momentos, a todos los países y puede decirse que ha cambiado casi totalmente el proceso de producción y venta de los productos agrícolas.
La revolución verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción, pero no se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional, resultando en la expansión de variedades de cereales con proteínas de baja calidad y alto contenido en hidratos de carbono.3 Estos cultivos de cereales de alto rendimiento, ampliamente extendidos y predominantes en la actualidad en todo el mundo, presentan deficiencias en aminoácidos esenciales y un contenido desequilibrado de ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y otros factores de calidad nutricional.3
Si bien la expansión de estos cereales altos en calorías consiguió evitar la inanición de gran parte del mundo durante varias décadas, el empobrecimiento nutricional que han sufrido como consecuencia las dietas basadas en ellos ha agravado el problema de la desnutrición y la creciente incidencia de ciertas enfermedades crónicas en personas aparentemente bien alimentadas (las denominadas "enfermedades de la civilización").3 No solo las dietas humanas se han resentido de forma directa a través del consumo de estos cereales, sino también por el empobrecimiento de la calidad de los productos de origen animal (derivados de animales alimentados con estos cereales).3
El término "Revolución Verde" fue utilizado por primera vez en 1968 por el ex director de USAID, William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas tecnologías y dijo: «estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamo la revolución verde».4
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